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  • Leyenda la sombra del higueral

    Leyenda la sombra del higueral

    En los tiempos oscuros de la Guatemala cabrerista, cuando el General Manuel Estrada Cabrera extendía su mano de hierro sobre cada rincón del país, no solo la miseria y el miedo se esparcían como una plaga. También, dentro de las paredes de su propia casa, se tejían hilos de tragedia que el pueblo susurraba, transformando la verdad en leyenda. Y la más triste de todas era la del Higueral de la Paranoia.

    Se contaba que el Presidente, celoso y posesivo de su poder, no toleraba sombra alguna que eclipsara su figura, ni siquiera la de sus propios hijos. Diego Estrada, uno de sus vástagos, era un joven de espíritu libre, con una mente más inclinada a la poesía y a los ideales de libertad que al arte de la intriga política que su padre dominaba. Esto, para el Señor Presidente, era una afrenta intolerable, una semilla de rebeldía que debía ser extirpada.

    Las discusiones entre padre e hijo eran cada vez más frecuentes y virulentas. No eran meros desacuerdos familiares; eran choques de mundos, donde la opresión del tirano ahogaba la esperanza del joven. Una tarde fatídica, se dice que la voz del General resonó por los pasillos de la residencia presidencial, cargada de furia. Las palabras, como espadas, volaron entre ellos: Estrada Cabrera le recriminaba a Diego su «debilidad», su «falta de ambición», su «peligrosa simpatía por las ideas revolucionarias». Humillado y con el alma rota, Diego se retiró a los jardines.

    Nadie sabe con certeza qué ocurrió en los momentos siguientes, pero la leyenda cuenta que Diego caminó hasta un viejo higueral que se alzaba majestuoso en un rincón apartado de la propiedad. Un árbol retorcido y silencioso, testigo mudo de innumerables amaneceres y atardeceres. Bajo sus ramas frondosas, el joven encontró un escape a la pesadilla que era vivir bajo la sombra de su padre.

    Al día siguiente, la noticia corrió como un escalofrío: Diego Estrada había sido encontrado sin vida. La versión oficial habló de una enfermedad repentina, de un accidente fatal. Pero el pueblo, que conocía los métodos del Presidente y el tormento de su familia, susurró la verdad más oscura: el joven se había quitado la vida, asfixiado no por una cuerda, sino por la opresión asfixiante de un padre que era también su carcelero.

    Desde entonces, se dice que en las noches de luna llena, cuando el viento silba entre las hojas del viejo higueral, se puede escuchar el lamento silencioso de Diego. Algunos aseguran que su espíritu inquieto vaga por los jardines, un espectro melancólico que simboliza a todas las almas oprimidas y silenciadas por la tiranía. El higueral, antes un lugar de sombra y frescor, se convirtió en un monumento sombrío a la tragedia de una familia y al costo humano de un poder absoluto.

  • La leyenda de Grigori Rasputín

    La leyenda de Grigori Rasputín

    En las vastas y gélidas tierras de Siberia, en el pequeño pueblo de Pokrovskoye, nació Grigori Yefímovich Rasputín a mediados del siglo XIX. Desde niño, se decía que era diferente. Algunos lo tildaban de vagabundo y ladrón; otros, de poseer una mirada penetrante y una extraña conexión con el mundo espiritual. Se murmuraba que podía ver más allá de lo evidente, que sus ojos hipnóticos revelaban los secretos del alma humana y, a veces, del futuro.

    El Despertar Místico y la Llegada a la Corte: La leyenda cuenta que, tras una visión divina o una crisis espiritual, Rasputín se transformó. Abandonó su vida campesina para convertirse en un strannik (un vagabundo santo), peregrinando por Rusia, visitando monasterios y absorbiendo enseñanzas místicas. Aunque nunca fue un monje ordenado, su carisma, sus profecías y su aparente poder para sanar lo hicieron famoso. Sus seguidores creían que era un verdadero stárets (anciano sabio), un enviado de Dios.

    Fue en esta época cuando su fama llegó a la corte imperial de los Romanov en San Petersburgo. El zar Nicolás II y, especialmente, la zarina Alejandra Fiódorovna, estaban desesperados. Su único hijo, el zarévich Alexis, sufría de hemofilia, una enfermedad mortal de la sangre que los médicos de la corte no podían curar. Fue entonces cuando Rasputín fue presentado a la familia imperial.

    El Sanador Milagroso y la Oscura Influencia: La leyenda narra que Rasputín, con su presencia tosca y su mirada profunda, lograba detener las hemorragias del pequeño Alexis con solo su presencia, sus oraciones o sus extrañas hierbas. Para la zarina, devota y desesperada, Rasputín era un milagro, un enviado de Dios para salvar a su hijo. Esta relación le dio un poder inmenso. Se decía que Rasputín no solo curaba al zarévich, sino que también ejercía una influencia casi hipnótica sobre la zarina, susurrándole consejos sobre política, nombramientos e incluso la guerra.

    El pueblo y la nobleza miraban con terror y asco. Rasputín era un hombre de contradicciones: se le veía predicando la piedad y la abstinencia, pero también se le conocía por sus borracheras, orgías y su supuesta filosofía de «peca para ser perdonado». Se rumoraba que tenía amantes en la corte, que manipulaba a la zarina para su propio beneficio y que sus manos sucias estaban llevando a Rusia a la ruina. La leyenda del «monje sucio» y «depravado» creció con cada escándalo.

    Las Profecías y la Caída del Imperio: Se decía que Rasputín tenía visiones del futuro. Profetizó la inminente caída de la dinastía Romanov si él era asesinado por la nobleza. «Si me matan campesinos, ustedes, los zares, reinarán muchos años. Pero si me matan los nobles, ninguno de sus hijos sobrevivirá y la sangre fluirá por toda Rusia por 25 años». Esta profecía, que muchos vieron cumplida con la Revolución Rusa y la posterior ejecución de la familia imperial, añadió un aura siniestra a su figura.

    La Muerte Inmortal en el Nevá: El odio hacia Rasputín se volvió insostenible. Un grupo de nobles, liderados por el príncipe Félix Yusúpov, decidieron que debían eliminarlo para «salvar a Rusia». Lo invitaron a una cena en el palacio Moika, la noche del 29 de diciembre de 1916.

    Y aquí es donde la leyenda de su inmortalidad toma fuerza, como te conté antes:

    • El Veneno Impotente: Le ofrecieron pasteles y vino con una dosis masiva de cianuro. Para horror de los conspiradores, Rasputín los consumió sin inmutarse, sin mostrar el menor signo de dolor. ¡Era inmune!
    • Las Balas Que No Mataban: Desesperado, Yusúpov le disparó a quemarropa. Rasputín cayó, pero momentos después, se levantó, intentó estrangular al príncipe y, con una fuerza demoníaca, escapó al frío patio.
    • El Castigo del Río Helado: Tras más disparos y una brutal paliza, los conspiradores, convencidos de que era imposible matarlo de otra manera, ataron su cuerpo y lo arrojaron a las gélidas aguas del río Nevá.

    Cuando su cuerpo fue recuperado días después, la autopsia, según la leyenda, reveló que Rasputín no murió por el veneno, las balas o los golpes, sino por ahogamiento. Sus pulmones estaban llenos de agua, y sus manos estaban levantadas, como si hubiera luchado por liberarse de sus ataduras bajo el hielo.

    La muerte de Rasputín, tan difícil y grotesca, consolidó su leyenda. Para algunos, fue el diablo en la tierra; para otros, un santo incomprendido. Pero lo que es innegable es que su figura, envuelta en misterio y controversia, se convirtió en un presagio del fin de una era y en una de las historias más extrañas y fascinantes de la Rusia imperial.

  • La Leyenda del Silbón

    La Leyenda del Silbón

    Guateplay hoy te trae una leyenda originaria de Colombia y Venezuela, se transmitió como una tradición oral, que surgió a mediados del Siglo XIX. se asocia con el territorio de los llanos, espero que puedas leerla y ten cuidado cuando escuches un silbido en medio del campo.

    Esta es su historia la de un niño convertido en monstruo de un asesino convertido en maldición de un Alma condenada a vagar por la eternidad cargando sobre sus hombros el peso de su Crimen y si en algún momento mientras escuchas esto sientes un escalofrío recorrer tu espalda No voltees porque si alguna vez escuchas su silbido en la distancia que está demasiado cerca el llano es un lugar hermoso y peligroso los días son abrasadores con el sol devorando la Tierra [Música] y el viento se convierte en un susurro que se desliza entre los árboles entre los pastizales como si trajera consigo Voces del pasado aquí los ancianos dicen que el mundo de los vivos y los muertos no están tan separados como creemos aquí las historias de espectros no son cuentos son advertencias y en lo más profundo de estas tierras entre los caminos de tierra y los ríos donde la luna Brilla como un ojo vigilante hay una historia que todos conocen un nombre que nadie quiere pronunciar en la noche el silbón la primera vez que se escuchó su silbido fue hace mucho tiempo era una noche sin luna el aire estaba pesado húmedo con un olor extraño como a Tierra Mojada y sangre seca un hombre caminaba solo por un sendero entre los pastizales con su machete colgado a la cintura y un cigarro apagado en los labios no tenía miedo de nada era un cazador Pero entonces el sonido lo detuvo un silbido lento largo el hombre frunció El ceño miró a su alrededor no había nadie pero algo no estaba bien el sonido no venía de un solo lugar parecía rodearlo primero lejos luego cerca luego otra vez lejos los perros del pueblo empezaron a ladrar en la distancia y entonces lo vio apenas una sombra entre las sombras alta inmóvil pero estaba allí el hombre no gritó no corrió solo cerró los ojos y murmuró una oración cuando los abrió de nuevo la sombra había desaparecido y a la mañana siguiente encontraron su cuerpo seco como si algo le hubiera robado la vida en una sola noche desde entonces el silbido se convirtió en un presagio una advertencia de que algo más caminaba entre nosotros algo que no debía estar aquí algunos dicen que el silbón está condenado a repetir el mismo ritual cada noche que camina sin rumbo cargando un saco pesado sobre su espalda un saco lleno de huesos y que cuando la oscuridad lo envuelve se sienta bajo un árbol y los saca uno por uno Los cuenta los acaricia con sus dedos largos y fríos y cuando ha terminado los guarda de nuevo con un suspiro de resignación pero si alguien lo ve si alguien interrumpe su ritual su castigo es peor porque entonces el silbón lo perseguirá y cuando lo alcance abrirá su saco y dejará un espacio vacío dentro un espacio esperando por otro hueso más no es solo una historia es una presencia algo que se desliza entre el viento y la niebla esperando a que alguien lo mencione a que alguien lo escuche y ahora tú lo conoces ahora tú has escuchado su historia así que la próxima vez que camines solo en la noche y escuches un silbido en la distancia no corras no mires atrás solo reza y Espera que no haya un espacio vacío en su saco dicen que la maldad no nace que se hace que un niño viene al mundo como un Lienzo en blanco Esperando ser moldeado por la vida por el amor o el odio que lo rodee Pero hay excepciones a veces el mal es algo que ya está dentro algo que crece en las sombras del alma algo que no necesita una razón solo una oportunidad el silbón no siempre fue una sombra en la noche Hubo un tiempo en que fue solo un niño un niño con ojos oscuros y fríos como la noche sin luna un niño sin lágrimas sin remordimientos desde que abrió los ojos por primera vez el mundo ya sabía que algo estaba mal con él que su maldición no comenzó con un asesinato comenzó mucho antes con un niño que nunca fue un niño en una Hacienda perdida en los Llanos una mujer dio a luz a su primer y único hijo lo sostuvo en brazos con lágrimas de felicidad en los ojos lo llamó su tesoro su vida su bendición pero desde la primera noche algo extraño sucedió el bebé no lloró no se quejaba no pedía alimento no hacía ruido alguno se quedaba despierto mirando. Mirando fijamente a su madre con unos ojos negros y profundos ojos que parecían demasiado conscientes para un recién nacido la mujer sintió un escalofrío pero se obligó a sonreír lo amó con devoción con una entrega absoluta creció rodeado de atenciones sin restricciones sin castigos su madre nunca le negó nada nunca permitió que nada lo lastimara pero algunos amores pueden convertirse en veneno el padre del niño no era como la madre él no veía bendición en su hijo él veía algo más desde pequeño el niño Tenía algo en su mirada algo que le erizaba la piel no reía no jugaba con los demás solo observaba y cuando algo le molestaba su expresión no cambiaba no hacía berrinches solo esperaba un día el padre encontró a su hijo en el corral de p un caballo muerto los trabajadores decían que el animal había colapsado que fue un accidente pero el padre vio las marcas los cortes los ojos del caballo aún abiertos en una expresión de pavor y luego miró a su hijo el niño solo se quedó ahí con las manos cubiertas de sangre sonriendo por primera vez desde ese dí elre a temerle y con el tiempo entendió la verdad su hijo no tenía alma los otros niños del pueblo lo evitaban decían que había algo raro en él que cuando los miraba sentían un peso en el pecho como si algo invisible les apretara el corazón una niña juraba que una vez lo vio ahogando a un gato en el río pero cuando sus padres la llevaron con la madre del niño ella la llamó mentirosa nadie quería ver la verdad hasta que fue demasiado tarde la primera vez que mató nadie lo supo nadie lo vio y eso pensó él era una tarde calurosa cuando desapareció un peón de la Hacienda un joven humilde siempre sonriente que solía cuidar el ganado lo buscaron durante días al final lo encontraron flotando en el río con los ojos abiertos y la piel marcada con heridas profundas la gente pensó que fue un accidente que se ahogó Solo el padre del niño sabía la verdad porque vio las marcas en los brazos de su hijo arañazos como si alguien hubiera intentado aferrarse a él mientras era arrastrado hacia las aguas profundas el padre nunca dijo nada Solo bajó la cabeza y aceptó lo Inevitable su hijo Estaba perdido pero aún no sabía cuán lejos llegaría su oscuridad dicen que el mal cuando se alimenta crece y este niño estaba hambriento no de comida no de amor sino de dolor con los años su frialdad se convirtió en desprecio su desprecio en crueldad y su crueldad en sangre su historia aún no había terminado Apenas estaba comenzando porque aún no había cometido su mayor pecado aún no había asesinado a su padre cada historia tiene un punto sin retorno un momento donde todo cambia un instante en que el destino se como una cuerda que se rompe de golpe dejando solo caos y desesperación para el silbón ese momento fue la noche en que la sangre de su padre empapó la tierra El crimen que lo convirtió en Leyenda El pecado que le arrebató la humanidad y lo condenó a la eternidad pero para entender lo que pasó aquella noche primero Debemos hablar del odio un odio que creció como una infección en su corazón hasta que no quedó nada más la hacienda donde creció no era un hogar era un campo de batalla su madre lo adoraba lo trataba como a un príncipe su padre l evitaba con cada año que pasaba el hombre veía algo más oscuro en su hijo algo que no podía explicar pero que sentía cada vez que esos ojos negros l miraban sin parpadear un día el padre tomó una decisión este muchacho no puede quedarse aquí le dijo a su esposa que lo enviaría lejos que lo haría trabajar en otra Hacienda que un niño sin disciplina se convierte en un hombre sin alma la madre gritó suplicó y su hijo de pie en la sombra escuchó cada palabra esa noche por primera vez sintió miedo no miedo de su padre miedo de perder su poder porque él sabía que su madre era su escudo y sin ella Solo sería un muchacho débil un muchacho que podía ser castigado o peor aún olvidado esa misma noche decidió que su padre no viviría para verlo partir fue un día como cualquier otro el sol abrasaba los campos el ganado rumiaba con lentitud y en la casa el padre descansaba después de la jornada Pero entonces el muchacho habló tengo hambre su voz era seca sin emoción el padre apenas levantó la vista del suelo come lo que haya pero el niño no quería cualquier comida quería carne de venado el padre suspiró se puso de pie tomó su machete y su escopeta y caminó hacia el bosque no sabía que nunca regresaría las horas pasaron el sol cayó tiñendo el cielo de un rojo oscuro pero el padre no volvió el muchacho comenzó a inquietarse no porque le preocupara a su padre sino porque tenía hambre y El hambre le hacía hervir la sangre entonces sin decir palabra salió de la casa tomó su propio machete y caminó hacia el bosque el bosque era un laberinto de sombras y murmullos el muchacho caminó con calma con la cabeza alta sin miedo sabía a dónde ir sabía dónde encontrarlo y entonces ahí estaba su padre de rodillas con la escopeta en el suelo jadeando estaba agotado había perseguido a un venado Pero no logró atraparlo el hombre levantó la vista y vio a su hijo de pie frente a él El muchacho no habló No preguntó solo miró la escopeta en el suelo luego miró a su padre y sin previo aviso levantó el machete el machete se hundió en la carne el padre gimió tratando de retroceder pero el muchacho no se detuvo levantó el machete otra vez y otra y otra hasta que su padre cayó sobre la tierra con la mirada fija en el cielo sin vida Pero eso no fue lo peor lo peor fue lo que hizo después porque el muchacho no dejó el cuerpo en el bosque no lo escondió no lo enterró lo cargó sobre sus hombros y caminó de regreso a casa cuando llegó a la casa su madre lo vio Vio el cuerpo vio la sangre y el muchacho sin inmutarse lo dejó caer sobre la mesa aquí tienes la carne que querías el silencio Se apoderó de la casa la madre cayó de rodillas llorando con las manos en el rostro y entonces pronunció las palabras que sellaron su destino Maldito seas maldito para siempre Desde esa noche el destino del Muchacho quedó escrito su crimen fue demasiado atroz su pecado imperdonable pero aún faltaba el último castigo el castigo que lo convertiría en lo que es hoy el castigo que lo haría vagar por la eternidad hay crímenes que pueden ser perdonados errores que pueden ser enmendados pero hay pecados que la tierra misma se niega a olvidar cuando la sangre de su padre se derramó sobre la mesa la vida de aquel muchacho llegó a su fin Pero la muerte no lo recibió el infierno tampoco lo quiso y así la peor condena imaginable cayó sobre él porque hay cosas peores que morir Hay cosas peores que el olvido hay castigos que nunca terminan Esta es la historia del castigo que dio origen a la leyenda el momento en que un joven asesino Dejó de ser humano y se convirtió en el silbón la madre lloraba sobre el cuerpo de su esposo sus sollozos llenaban la casa rebotando contra las paredes retumbando en la madera como un eco de desesperación Pero el muchacho no lloró no se inmutó solo observaba de pie como si no tuviera nada que ver con él pero había alguien más en la casa esa noche alguien que no iba a permitir que este crimen quedara sin castigo el abuelo un hombre de rostro curtido por los años con la piel endurecida por el Sol y las manos callosas de trabajar la tierra un hombre que había visto muchas cosas en su vida pero nada nada Lo preparó para esto cuando vio el cuerpo de su hijo sobre la mesa algo dentro de él se rompió algo profundo irreparable y en ese instante supo lo que debía hacer este demonio no puede seguir entre nosotros el abuelo no esperó con la furia de un hombre al que la vida ya le había arrebatado demasiado se lanzó sobre su nieto lo derribó al suelo con un solo golpe tomó una soga y lo arrastró fuera de la casa los gritos de la madre se mezclaban con el rugido del viento pero el abuelo no escuchó no podía escuchar su corazón solo latía con un propósito castigo con manos firmes ató al muchacho a un árbol seco sus ramas retorcidas apuntando al cielo como garras de un espíritu vengativo y Entonces comenzó el verdadero dolor el abuelo tomó un látigo no era un simple cuero trenzado era el mismo látigo que usaban para castigar a las bestias Rebeldes grueso pesado cada golpe era como el rugido de una tormenta cada chasquido arrancaba la piel como si la carne misma se negara a permanecer en ese cuerpo pero el muchacho no gritó por mucho tiempo después de un rato solo quedó el silencio un silencio terrible más aterrador que cualquier alarido un silencio que anunciaba que algo dentro de él había cambiado el abuelo siguió golpeando hasta que la carne desgarrada goteaba sangre como un río oscuro sobre la Tierra hasta que su nieto dejó de moverse Hasta que por un instante pensó que estaba muerto no estaba muerto Estaba despierto y en sus ojos ya no había nada humano el abuelo no estaba satisfecho porque la muerte hubiera sido un castigo demasiado suave y este crimen merecía algo peor por eso soltó a los perros bestias de caza hambrientas entrenadas para rastrear y destruir las liberó con una sola orden que lo persigan que lo desgarren los animales corrieron como demonios en la oscuridad los colmillos brillaban con la luz de la luna y entonces el muchacho entendió por primera vez en su vida sintió miedo corrió como nunca antes pero no importaba cuán rápido fuera no importaba cuán lejos llegara los perros siempre estaban ahí siguiéndolo acechándote cayera algunos dicen que nunca murió que los perros nunca lo alcanzaron que corrió Más allá de los Llanos Más allá del tiempo otros creen que murió esa noche que su cuerpo se desplomó en algún Rincón olvidado del mundo y que su alma nunca encontró descanso pero todos coinciden en algo Desde esa noche comenzó el silbido ese sonido largo eterno como un Lamento que atraviesa los siglos los lo han escuchado Los viajeros lo han sentido porque cuando el abuelo pronunció sus últimas palabras . un destino peor que la muerte que vagues por la eternidad cargando los huesos de tu padre para que nunca olvides lo que hiciste desde entonces el silbón camina siempre cargando su saco siempre contando los huesos siempre buscando más la tierra lo rechazó la muerte lo negó Y ahora él camina entre nosotros Si alguna vez escuchas su silbido no corras no grites Porque si suena cerca significa que está lejos Pero si suena débil y lejano significa que ya está detrás de ti cuando el silbón fue maldecido la muerte no lo reclamó la Tierra no se abrió para recibir su cadáver no hubo descanso no hubo final solo la eternidad y el hambre pero no un hambre normal no el hambre de un hombre sino el hambre de un Alma en pena de un espíritu condenado vagar sin rumbo buscando algo que nunca encontrará buscando redención Buscando compañía buscando más huesos para llenar su saco el silbón se convirtió en más que una leyenda se convirtió en un Depredador y la primera vez que alguien lo vio no vivió para contarlo nadie sabe cuánto tiempo pasó el silbón corrió hasta que sus piernas dejaron de responderle los perros desaparecieron la noche el mundo Y cuando abrió los ojos ya no era humano su piel ya no era la misma estaba seca cuarteada Colgando de sus huesos como girones de tela podrida sus uñas eran largas afiladas su voz había desaparecido y en su espalda cargaba el saco el saco con los huesos de su padre no recordaba haberlo recogido, no recordaba haberlo cosido con sus propias manos Pero ahí estaba siempre ahí entonces escuchó el viento un viento que no era natural un viento que llevaba consigo un sonido largo inquietante un silbido y por primera vez el silbón comprendió que ya no era dueño de sí mismo algo lo llamaba algo lo obligaba a caminar así comenzó su maldición así.

    CONTINUARA

    Creditos_ DiarioMaldito_YouTube

  • La Leyenda del Silbón

    La Leyenda del Silbón

    Guateplay hoy te trae una leyenda originaria de Colombia y Venezuela, se transmitió como una tradición oral, que surgió a mediados del Siglo XIX. se asocia con el territorio de los llanos, espero que puedas leerla y ten cuidado cuando escuches un silbido en medio del campo.

    Esta es su historia la de un niño convertido en monstruo de un asesino convertido en maldición de un Alma condenada a vagar por la eternidad cargando sobre sus hombros el peso de su Crimen y si en algún momento mientras escuchas esto sientes un escalofrío recorrer tu espalda No voltees porque si alguna vez escuchas su silbido en la distancia que está demasiado cerca el llano es un lugar hermoso y peligroso los días son abrasadores con el sol devorando la Tierra [Música] y el viento se convierte en un susurro que se desliza entre los árboles entre los pastizales como si trajera consigo Voces del pasado aquí los ancianos dicen que el mundo de los vivos y los muertos no están tan separados como creemos aquí las historias de espectros no son cuentos son advertencias y en lo más profundo de estas tierras entre los caminos de tierra y los ríos donde la luna Brilla como un ojo vigilante hay una historia que todos conocen un nombre que nadie quiere pronunciar en la noche el silbón la primera vez que se escuchó su silbido fue hace mucho tiempo era una noche sin luna el aire estaba pesado húmedo con un olor extraño como a Tierra Mojada y sangre seca un hombre caminaba solo por un sendero entre los pastizales con su machete colgado a la cintura y un cigarro apagado en los labios no tenía miedo de nada era un cazador Pero entonces el sonido lo detuvo un silbido lento largo el hombre frunció El ceño miró a su alrededor no había nadie pero algo no estaba bien el sonido no venía de un solo lugar parecía rodearlo primero lejos luego cerca luego otra vez lejos los perros del pueblo empezaron a ladrar en la distancia y entonces lo vio apenas una sombra entre las sombras alta inmóvil pero estaba allí el hombre no gritó no corrió solo cerró los ojos y murmuró una oración cuando los abrió de nuevo la sombra había desaparecido y a la mañana siguiente encontraron su cuerpo seco como si algo le hubiera robado la vida en una sola noche desde entonces el silbido se convirtió en un presagio una advertencia de que algo más caminaba entre nosotros algo que no debía estar aquí algunos dicen que el silbón está condenado a repetir el mismo ritual cada noche que camina sin rumbo cargando un saco pesado sobre su espalda un saco lleno de huesos y que cuando la oscuridad lo envuelve se sienta bajo un árbol y los saca uno por uno Los cuenta los acaricia con sus dedos largos y fríos y cuando ha terminado los guarda de nuevo con un suspiro de resignación pero si alguien lo ve si alguien interrumpe su ritual su castigo es peor porque entonces el silbón lo perseguirá y cuando lo alcance abrirá su saco y dejará un espacio vacío dentro un espacio esperando por otro hueso más no es solo una historia es una presencia algo que se desliza entre el viento y la niebla esperando a que alguien lo mencione a que alguien lo escuche y ahora tú lo conoces ahora tú has escuchado su historia así que la próxima vez que camines solo en la noche y escuches un silbido en la distancia no corras no mires atrás solo reza y Espera que no haya un espacio vacío en su saco dicen que la maldad no nace que se hace que un niño viene al mundo como un Lienzo en blanco Esperando ser moldeado por la vida por el amor o el odio que lo rodee Pero hay excepciones a veces el mal es algo que ya está dentro algo que crece en las sombras del alma algo que no necesita una razón solo una oportunidad el silbón no siempre fue una sombra en la noche Hubo un tiempo en que fue solo un niño un niño con ojos oscuros y fríos como la noche sin luna un niño sin lágrimas sin remordimientos desde que abrió los ojos por primera vez el mundo ya sabía que algo estaba mal con él que su maldición no comenzó con un asesinato comenzó mucho antes con un niño que nunca fue un niño en una Hacienda perdida en los Llanos una mujer dio a luz a su primer y único hijo lo sostuvo en brazos con lágrimas de felicidad en los ojos lo llamó su tesoro su vida su bendición pero desde la primera noche algo extraño sucedió el bebé no lloró no se quejaba no pedía alimento no hacía ruido alguno se quedaba despierto mirando. Mirando fijamente a su madre con unos ojos negros y profundos ojos que parecían demasiado conscientes para un recién nacido la mujer sintió un escalofrío pero se obligó a sonreír lo amó con devoción con una entrega absoluta creció rodeado de atenciones sin restricciones sin castigos su madre nunca le negó nada nunca permitió que nada lo lastimara pero algunos amores pueden convertirse en veneno el padre del niño no era como la madre él no veía bendición en su hijo él veía algo más desde pequeño el niño Tenía algo en su mirada algo que le erizaba la piel no reía no jugaba con los demás solo observaba y cuando algo le molestaba su expresión no cambiaba no hacía berrinches solo esperaba un día el padre encontró a su hijo en el corral de p un caballo muerto los trabajadores decían que el animal había colapsado que fue un accidente pero el padre vio las marcas los cortes los ojos del caballo aún abiertos en una expresión de pavor y luego miró a su hijo el niño solo se quedó ahí con las manos cubiertas de sangre sonriendo por primera vez desde ese dí elre a temerle y con el tiempo entendió la verdad su hijo no tenía alma los otros niños del pueblo lo evitaban decían que había algo raro en él que cuando los miraba sentían un peso en el pecho como si algo invisible les apretara el corazón una niña juraba que una vez lo vio ahogando a un gato en el río pero cuando sus padres la llevaron con la madre del niño ella la llamó mentirosa nadie quería ver la verdad hasta que fue demasiado tarde la primera vez que mató nadie lo supo nadie lo vio y eso pensó él era una tarde calurosa cuando desapareció un peón de la Hacienda un joven humilde siempre sonriente que solía cuidar el ganado lo buscaron durante días al final lo encontraron flotando en el río con los ojos abiertos y la piel marcada con heridas profundas la gente pensó que fue un accidente que se ahogó Solo el padre del niño sabía la verdad porque vio las marcas en los brazos de su hijo arañazos como si alguien hubiera intentado aferrarse a él mientras era arrastrado hacia las aguas profundas el padre nunca dijo nada Solo bajó la cabeza y aceptó lo Inevitable su hijo Estaba perdido pero aún no sabía cuán lejos llegaría su oscuridad dicen que el mal cuando se alimenta crece y este niño estaba hambriento no de comida no de amor sino de dolor con los años su frialdad se convirtió en desprecio su desprecio en crueldad y su crueldad en sangre su historia aún no había terminado Apenas estaba comenzando porque aún no había cometido su mayor pecado aún no había asesinado a su padre cada historia tiene un punto sin retorno un momento donde todo cambia un instante en que el destino se como una cuerda que se rompe de golpe dejando solo caos y desesperación para el silbón ese momento fue la noche en que la sangre de su padre empapó la tierra El crimen que lo convirtió en Leyenda El pecado que le arrebató la humanidad y lo condenó a la eternidad pero para entender lo que pasó aquella noche primero Debemos hablar del odio un odio que creció como una infección en su corazón hasta que no quedó nada más la hacienda donde creció no era un hogar era un campo de batalla su madre lo adoraba lo trataba como a un príncipe su padre l evitaba con cada año que pasaba el hombre veía algo más oscuro en su hijo algo que no podía explicar pero que sentía cada vez que esos ojos negros l miraban sin parpadear un día el padre tomó una decisión este muchacho no puede quedarse aquí le dijo a su esposa que lo enviaría lejos que lo haría trabajar en otra Hacienda que un niño sin disciplina se convierte en un hombre sin alma la madre gritó suplicó y su hijo de pie en la sombra escuchó cada palabra esa noche por primera vez sintió miedo no miedo de su padre miedo de perder su poder porque él sabía que su madre era su escudo y sin ella Solo sería un muchacho débil un muchacho que podía ser castigado o peor aún olvidado esa misma noche decidió que su padre no viviría para verlo partir fue un día como cualquier otro el sol abrasaba los campos el ganado rumiaba con lentitud y en la casa el padre descansaba después de la jornada Pero entonces el muchacho habló tengo hambre su voz era seca sin emoción el padre apenas levantó la vista del suelo come lo que haya pero el niño no quería cualquier comida quería carne de venado el padre suspiró se puso de pie tomó su machete y su escopeta y caminó hacia el bosque no sabía que nunca regresaría las horas pasaron el sol cayó tiñendo el cielo de un rojo oscuro pero el padre no volvió el muchacho comenzó a inquietarse no porque le preocupara a su padre sino porque tenía hambre y El hambre le hacía hervir la sangre entonces sin decir palabra salió de la casa tomó su propio machete y caminó hacia el bosque el bosque era un laberinto de sombras y murmullos el muchacho caminó con calma con la cabeza alta sin miedo sabía a dónde ir sabía dónde encontrarlo y entonces ahí estaba su padre de rodillas con la escopeta en el suelo jadeando estaba agotado había perseguido a un venado Pero no logró atraparlo el hombre levantó la vista y vio a su hijo de pie frente a él El muchacho no habló No preguntó solo miró la escopeta en el suelo luego miró a su padre y sin previo aviso levantó el machete el machete se hundió en la carne el padre gimió tratando de retroceder pero el muchacho no se detuvo levantó el machete otra vez y otra y otra hasta que su padre cayó sobre la tierra con la mirada fija en el cielo sin vida Pero eso no fue lo peor lo peor fue lo que hizo después porque el muchacho no dejó el cuerpo en el bosque no lo escondió no lo enterró lo cargó sobre sus hombros y caminó de regreso a casa cuando llegó a la casa su madre lo vio Vio el cuerpo vio la sangre y el muchacho sin inmutarse lo dejó caer sobre la mesa aquí tienes la carne que querías el silencio Se apoderó de la casa la madre cayó de rodillas llorando con las manos en el rostro y entonces pronunció las palabras que sellaron su destino Maldito seas maldito para siempre Desde esa noche el destino del Muchacho quedó escrito su crimen fue demasiado atroz su pecado imperdonable pero aún faltaba el último castigo el castigo que lo convertiría en lo que es hoy el castigo que lo haría vagar por la eternidad hay crímenes que pueden ser perdonados errores que pueden ser enmendados pero hay pecados que la tierra misma se niega a olvidar cuando la sangre de su padre se derramó sobre la mesa la vida de aquel muchacho llegó a su fin Pero la muerte no lo recibió el infierno tampoco lo quiso y así la peor condena imaginable cayó sobre él porque hay cosas peores que morir Hay cosas peores que el olvido hay castigos que nunca terminan Esta es la historia del castigo que dio origen a la leyenda el momento en que un joven asesino Dejó de ser humano y se convirtió en el silbón la madre lloraba sobre el cuerpo de su esposo sus sollozos llenaban la casa rebotando contra las paredes retumbando en la madera como un eco de desesperación Pero el muchacho no lloró no se inmutó solo observaba de pie como si no tuviera nada que ver con él pero había alguien más en la casa esa noche alguien que no iba a permitir que este crimen quedara sin castigo el abuelo un hombre de rostro curtido por los años con la piel endurecida por el Sol y las manos callosas de trabajar la tierra un hombre que había visto muchas cosas en su vida pero nada nada Lo preparó para esto cuando vio el cuerpo de su hijo sobre la mesa algo dentro de él se rompió algo profundo irreparable y en ese instante supo lo que debía hacer este demonio no puede seguir entre nosotros el abuelo no esperó con la furia de un hombre al que la vida ya le había arrebatado demasiado se lanzó sobre su nieto lo derribó al suelo con un solo golpe tomó una soga y lo arrastró fuera de la casa los gritos de la madre se mezclaban con el rugido del viento pero el abuelo no escuchó no podía escuchar su corazón solo latía con un propósito castigo con manos firmes ató al muchacho a un árbol seco sus ramas retorcidas apuntando al cielo como garras de un espíritu vengativo y Entonces comenzó el verdadero dolor el abuelo tomó un látigo no era un simple cuero trenzado era el mismo látigo que usaban para castigar a las bestias Rebeldes grueso pesado cada golpe era como el rugido de una tormenta cada chasquido arrancaba la piel como si la carne misma se negara a permanecer en ese cuerpo pero el muchacho no gritó por mucho tiempo después de un rato solo quedó el silencio un silencio terrible más aterrador que cualquier alarido un silencio que anunciaba que algo dentro de él había cambiado el abuelo siguió golpeando hasta que la carne desgarrada goteaba sangre como un río oscuro sobre la Tierra hasta que su nieto dejó de moverse Hasta que por un instante pensó que estaba muerto no estaba muerto Estaba despierto y en sus ojos ya no había nada humano el abuelo no estaba satisfecho porque la muerte hubiera sido un castigo demasiado suave y este crimen merecía algo peor por eso soltó a los perros bestias de caza hambrientas entrenadas para rastrear y destruir las liberó con una sola orden que lo persigan que lo desgarren los animales corrieron como demonios en la oscuridad los colmillos brillaban con la luz de la luna y entonces el muchacho entendió por primera vez en su vida sintió miedo corrió como nunca antes pero no importaba cuán rápido fuera no importaba cuán lejos llegara los perros siempre estaban ahí siguiéndolo acechándote cayera algunos dicen que nunca murió que los perros nunca lo alcanzaron que corrió Más allá de los Llanos Más allá del tiempo otros creen que murió esa noche que su cuerpo se desplomó en algún Rincón olvidado del mundo y que su alma nunca encontró descanso pero todos coinciden en algo Desde esa noche comenzó el silbido ese sonido largo eterno como un Lamento que atraviesa los siglos los lo han escuchado Los viajeros lo han sentido porque cuando el abuelo pronunció sus últimas palabras . un destino peor que la muerte que vagues por la eternidad cargando los huesos de tu padre para que nunca olvides lo que hiciste desde entonces el silbón camina siempre cargando su saco siempre contando los huesos siempre buscando más la tierra lo rechazó la muerte lo negó Y ahora él camina entre nosotros Si alguna vez escuchas su silbido no corras no grites Porque si suena cerca significa que está lejos Pero si suena débil y lejano significa que ya está detrás de ti cuando el silbón fue maldecido la muerte no lo reclamó la Tierra no se abrió para recibir su cadáver no hubo descanso no hubo final solo la eternidad y el hambre pero no un hambre normal no el hambre de un hombre sino el hambre de un Alma en pena de un espíritu condenado vagar sin rumbo buscando algo que nunca encontrará buscando redención Buscando compañía buscando más huesos para llenar su saco el silbón se convirtió en más que una leyenda se convirtió en un Depredador y la primera vez que alguien lo vio no vivió para contarlo nadie sabe cuánto tiempo pasó el silbón corrió hasta que sus piernas dejaron de responderle los perros desaparecieron la noche el mundo Y cuando abrió los ojos ya no era humano su piel ya no era la misma estaba seca cuarteada Colgando de sus huesos como girones de tela podrida sus uñas eran largas afiladas su voz había desaparecido y en su espalda cargaba el saco el saco con los huesos de su padre no recordaba haberlo recogido, no recordaba haberlo cosido con sus propias manos Pero ahí estaba siempre ahí entonces escuchó el viento un viento que no era natural un viento que llevaba consigo un sonido largo inquietante un silbido y por primera vez el silbón comprendió que ya no era dueño de sí mismo algo lo llamaba algo lo obligaba a caminar así comenzó su maldición así.

    CONTINUARA

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  • La leyenda del Cadejo

    La leyenda del Cadejo

    El Cadejo: Guardián de Sombras y Misterios Nocturnos

    En el crepúsculo, cuando el sol se oculta y las sombras se alargan, emerge una figura enigmática del folclore centroamericano: el Cadejo. No es un simple animal, sino un espíritu ancestral que vaga por los caminos solitarios, un guardián de la noche con dos rostros, dos naturalezas.

    La Dualidad del Cadejo

    La leyenda nos habla de dos Cadejos, uno blanco y otro negro, gemelos de la noche, opuestos en esencia. El Cadejo blanco, enviado por los dioses, protege a los viajeros incautos, a los borrachos que se extravían en la oscuridad. Su pelaje resplandece con la luz de la luna, sus ojos irradian una calma sobrenatural.

    Pero su contraparte, el Cadejo negro, es una criatura de las tinieblas, un emisario del inframundo. Sus ojos rojos brillan con una furia demoníaca, su pelaje absorbe la oscuridad, camuflándose en la noche. Acecha a los viajeros descarriados, a aquellos que se atreven a desafiar los límites de la noche.

    Un Espectro de la Noche

    Se dice que el Cadejo negro arrastra cadenas, su andar produce un sonido metálico que eriza la piel. Su presencia anuncia desgracias, su aliento helado presagia la muerte. Algunos lo describen como un perro de gran tamaño, otros como una bestia con ojos llameantes y colmillos afilados.

    Su origen se pierde en la niebla del tiempo, en las tradiciones ancestrales de los pueblos indígenas. Se cree que es un nahual, un espíritu que puede adoptar forma animal, un ser que transita entre el mundo de los vivos y el de los muertos.

    El Cadejo en la Cultura Popular

    La leyenda del Cadejo ha trascendido las fronteras del folclore, infiltrándose en la literatura, el cine y la música. Su imagen se ha convertido en un símbolo de los miedos nocturnos, de los peligros que acechan en la oscuridad.

    En algunas regiones, se le considera un protector de los animales, un guardián de la naturaleza. En otras, se le teme como un presagio de mala suerte, un espectro que se alimenta del miedo.

    Un Misterio Sin Resolver

    El Cadejo sigue siendo un enigma, una figura que se desvanece en las sombras de la noche. ¿Es un mito, una leyenda, o una realidad oculta? ¿Es un guardián benévolo o un demonio sediento de almas?

    La respuesta se pierde en la inmensidad de la noche, en los caminos solitarios donde el Cadejo sigue vagando, un misterio que perdura en el tiempo, un guardián de secretos ancestrales.